Hay que saber diferenciarse

¿Crisis?

No es la primera, ni la última. Forman parte de las economías de libre mercado del mundo capitalista, donde el dinero puede cambiar de manos rápidamente. Un problema que se genera desde uno de sus componentes más dañinos “la corrupción”, que, sin lugar a duda, será objeto de estudios en los próximos años.

Una poderosa pandemia que está que está destrozando las economías del mundo “y a la vista de todos” y que, al parecer, solo estamos pendientes de ver como cambiamos nuestra ubicación al otro lado de la igualdad en esta ecuación perversa.

Sus consecuencias son desastrosas: parálisis financiera, devaluación, inflación, reducción de la demanda, estancamiento del ciclo económico, ventas por debajo de los costos, quiebras, etc. Con resultantes finales que generan duros cambios de las realidades sociales de cada país, como sucede en Latinoamérica con los crecientes desplazamientos y migraciones.

¿Qué hacer entonces?

Todos los empresarios, profesionales, consultores, comerciantes buscamos nuevas ideas para desbloquear la demanda, en una coyuntura económica desfavorable puede afectar a nuestro negocio. En nuestras manos está convertirlo en una oportunidad, pero sobre todo hay que adaptarse a los cambios.

Actuar sobre la variable PRECIO es la estrategia “más peligrosa” en estos momentos, “porque se actúa directamente sobre uno de los elementos conformadores de expectativas más importantes y, a la larga, se traslada una sensación falsa al mercado”

Podemos copiar cualquier estrategia. El éxito dependerá de la percepción que el cliente tenga de su empresa, sus productos y sus servicios. En donde “lo que diferencia realmente a una empresa de otra son su gente, sus colaboradores, sus personas”.

No todas las empresas están preparadas para superar la prueba. Algunos han sucumbido a la tentación de aplicar técnicas promocionales usadas en el mercado del gran consumo, sin considerar que no es lo mismo comprar un pack de leche que comprar un adorno florar para su oficina o su casa.

Desde ya “Sí existen empresas que han sabido diferenciarse y, a pesar de los problemas coyunturales, tienen mucho a su favor”. Han sabido diferenciarse.

Recuperando la Confianza

Mostrar Optimismo. Sacar el mejor provecho de una situación concreta. Estamos mal, pero vamos a salir. Para eso hay que hacer algo, actuar, entrar en acción.

No Distraerse. No salirse de sus objetivos. Volver la atención a los que es nuestro propósito. No distraerse, ni salirse de su actividad.

Actuar con Prudencia. No exagerar, ni hacia lo positivo, ni mucho menos hacia lo negativo. No perder el tiempo en asuntos que van a costar dinero y no van a dar resultados.

Mantener La Calma. Confiar En Nosotros Mismos. Hemos salido de peores, las condiciones actuales del País son ahora distintas. Hable con sus colaboradores sobre temas económicos. Lo importante es No “Meterles” Miedo. No Atemorizarnos. Hay que motivarlos.

La sola actitud no basta

Hay que actuar. Pero a la acción la demoran las emociones, los sentimientos negativos, el desperdicio de energía, la angustia, la ansiedad, la dispersión.

Entusiasme a su cliente. Hable con emoción, Sin fuego, no se produce fuego.
Si atiende una llamada. Motive su visita a la tienda. Busque la entrevista personal.

No compre lo que no necesita. Cíñase a un presupuesto. Evite gastos superfluos. Compre lo que realmente vende. Encuentre formas creativas de ganar más dinero. Si tiene deudas. Páguelas. Haga una negociación, dé la cara. Haga un plan para salir adelante. ¡Aprenda la lección! Si no tiene deuda: Sonría. Resista la tentación. Comprar a crédito es comprometer ingresos antes de haberlos obtenido. La mejor forma de salir es no entrar.

Cuide su negocio. Conviértase en un recurso indispensable. Tenga iniciativa. Sólo se quedarán los mejores. Es tiempo de dar más.

Capacítese. Aprenda a hacer cosas nuevas. Conozca los nuevos productos. No desdeñe las ventas: son la principal fuente de riqueza.

 

Artículo por Jaime López G. jlogon@mpgca.com