Tiempos de Crisis
Si existiera un récord para la palabra más usada dentro del contexto socioeconómico en los últimos 5 años, sin duda se lo llevaría la palabra “CRISIS”. Es repetida diariamente por Raymundo y todo el mundo, en cualquier conversación, medios de comunicación, políticos, economistas, empresarios, sindicalistas, profesionales, o trabajadores.
¿Será realmente una crisis lo que hemos estado viviendo o estaremos en presencia de un cambio de paradigmas?
La palabra crisis tiene su origen en el latín (a su vez del griego κρίσις = decisión) y describe una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución. Se utiliza para denominar una situación de cambio, donde se modifican algunos de los parámetros que venían condicionando alguna actividad o ámbito: crisis matrimonial, crisis adolescente, crisis política, crisis económica, crisis comercial, etc. Lo usual es que, una vez superado ese período de cambios, se retorne a una situación más o menos normalizada similar a la que existía previamente.
Sin embargo, lo que me llama la atención, es que no es eso lo que está ocurriendo en la actualidad. Hoy, desde hace algunos años, estamos en presencia de un proceso donde NO VOLVEREMOS A LA SITUACIÓN ANTERIOR, ni siquiera a algo parecido.
Lo que estamos presenciando, como bien lo explica Eduardo Martínez uno de sus artículos: “Asistimos y somos protagonistas, a la vez que afectados, de una transformación radical, de una modificación disruptiva de la dinámica en que nos hemos desenvuelto social, política, económica, comercial, laboral y familiarmente durante siglos”.
Esto sin lugar a duda va más allá de una crisis, estamos inmersos en un profundo cambio de mentalidad, de los valores que forman una visión particular de la realidad en turno, cuya variante es la velocidad y la profundidad del cambio. Esto se está dando en todos los niveles tanto sociales, como espirituales, conceptuales, políticos, económicos etc. Estamos en presencia de un cambio de paradigmas.
Cambio de Paradigma
El término paradigma significa «ejemplo» o «modelo», se origina en la palabra griega παράδειγμα [parádeigma] que a su vez se divide en dos vocablos παρά [pará] (“junto”) y δεῖγμα [deīgma] (“ejemplo”, “patrón”). En términos generales se puede definir como la forma de visualizar e interpretar los múltiples conceptos, esquemas o modelos del comportamiento en todas las etapas de la humanidad en diversas disciplinas, como el trabajo social, que influyen en el desarrollo de las diferentes sociedades así como de las empresas, integradas e influenciadas por lo económico, intelectual, tecnológico, científico, cultural, artístico, y religioso que al ser aplicados pueden sufrir modificaciones o evoluciones según las situaciones para el beneficio de todos.
¿Qué se necesita para que exista un nuevo paradigma?
- Evolución o Revolución en lo científico, religioso, social, político, económico y cultural tanto de la sociedad como del individuo.
- Un incremento desmesurado de energía, provocado por eventos científicos tecnológicos.
- Tener el real y verdadero deseo, con un intento y decreto de la apertura de consciencia, y cambio de paradigmas totales.*
Como dice Martínez, el fenómeno de la globalización, los continuos y cada vez más rápidos avances tecnológicos, las nuevas formas de organización social, donde la pirámide demográfica comienza a invertirse, con el surgimiento de nuevas monedas, impresoras caseras en tres dimensiones, nuevos organismos vivos creados por el hombre, el derrumbamiento del sistema piramidal en que se han convertido las finanzas estatales, las comunicaciones globales, etc. etc. etc. son signos más que claros, de que no es posible seguir actuando de la forma habitual y como nos enseñaron nuestros padres, en la escuela o incluso en la universidad.
La importancia de todo esto está en comenzar a pensar en que no vamos a volver a como estábamos, de que se está dando un cambio radical en todo lo que hacemos habitualmente, para dar entrada a un modelo diferente, tal vez más exitoso. No es una crisis, es tal vez la mayor oportunidad que se nos pueda presentar en nuestra pasantía por las sociedades en que estamos conviviendo. Los resultados dependerán de cada uno de nosotros y lo que hagamos para seguir hacia adelante.
Artículo por: Lic. Jaime López González jlogon@mpgca.com