Lamentablemente el 68% de los vendedores no tienen una idea clara de lo que desean lograr en su desempeño diario, obviamente, casi nunca consiguen lo que les preocupa. Es por eso que se llenan de ansiedad, se deprimen, se desesperan, llegando a conformarse con su suerte y algunos, abandonan el trabajo, muchos sin darse cuenta que ellos pueden ser su mayor obstáculo en las ventas.
Un vendedor sin metas está condenado al fracaso, no sabe lo que se espera de él, no tendrá ambiciones y se sentirá frustrado.
El vendedor sin propósito es fácil de reconocer, es el de la impulsividad permanente: vive la vida a saltos, no sabe que hacer ni por donde empezar, espera que lo llamen para definir su ruta; y las excusas: por lo general son personas que no se sienten culpables de su estado, sino que le echan la culpa de su situación a los demás, a las circunstancias, a la edad, a la competencia, pero jamás a sí mismas.
Enfrentar retos continuamente
El éxito en la venta está vinculado estrechamente, con nuestra capacidad para fijarnos metas retadoras que nos impulsen. Hay quienes afirman que, aunque el vendedor posea todas las cualidades necesarias para el éxito, no servirán de mucho, si no determina sus propósitos con exactitud. Dicho en pocas palabras: “el éxito de todo buen vendedor se debe en primer lugar, al conocimiento exacto que se tiene de lo que se quiere.
Los vendedores de éxito buscan lo que se proponen, y se vuelcan con todo el esfuerzo, motivación, entusiasmo y compromiso para alcanzarlo.
En ventas, las metas diarias, semanales, mensuales y anuales son la llave que abre las puertas hacia el éxito. Esa atmósfera que se genera alrededor de los deseos y sueños constituye parte importante de la existencia, de la razón de vivir. Nos sentimos realizados a medida que alcanzamos los propósitos.
Hay que dejar de justificarse y tomar el control de nuestras responsabilidades. Las circunstancias no deben limitarnos, somos seres humanos transformadores de situaciones. Cuando un vendedor alcanza una meta, surge inmediatamente la motivación para conquistar otra, ese ambiente se multiplica en el equipo y produce la sinergia necesaria para lograr las metas compartidas.
Todos somos una mezcla de virtudes y defectos. Identifique lo que nos impide progresar; el mejoramiento continuo comienza por casa.